
La receta de los culurgiones procede de la abuela de Damiano, a quien le encantaba prepararlos en casa con toda la familia, sobre todo para las comidas de los domingos o durante las vacaciones. Esta receta tiene su origen en la zona de Ogliastra, concretamente en la localidad de Jerzu, en el sureste de Cerdeña, donde cada localidad cuenta con su propia variante típica.